Dibujando fanart.
Recuerdo cuando estábamos en plena fiebre de Dragón Ball en el colegio. De repente, lo más valioso con lo que «traficar» era con fanarts de los personajes de la serie. Podías hacer un trueque o comprarlos ¡Menudo negocio!
A mí, lo que más me gustaba de todo esto, era realizarlos. Podría decirse que fue mi primer contacto con los fanarts.
Mi arte.
Con los años, continúe dibujando pero haciendo mis propias creaciones. Dibujé algún que otro fanart de otras series que iban pasando por mi vida pero nunca fue algo que atraía mucho. Mi verdadera pasión nacía de crear mi propio imaginario, asi pues, comencé a buscar mi propio mundo de forma insistente.
Busqué formulas para ser más creativa y alejarme de lo que conocía. Aunque no es un camino facil pues, si hay algo bueno en los fanarts es que el marketing del personaje que dibujas te viene dado por lo que te facilita llegar a masas más grandes de gente que te conozca y siga tu trabajo. Un personaje nuevo, implica que todo ese marketing lo tienes que hacer tú. Nunca lo será facil pero sé que no es imposible además, es lo que elegí y me siento muy cómoda en esta decisión.
Recordando series.
Este fin de semana puse un capítulo de Pokémon en Netflix y vi a Pikachu. Conozco al personaje de largo, aunque nunca fui fiel seguidora de la serie porque me costaba conectar con las aspiraciones y emociones de los protagonistas y antagonistas.
Excepto Pikachu, que siempre me gustó un montón.
Sentía – y siento- muchísima empatía por el carismático personaje.
El Fanart de Pikachu.
El caso, es que Pikachu invadió mi cabeza y ya no se quiso ir. Así que decidí hacer un fanart de Pikachu y liberarlo de mi cabeza como de una pokeball.
Y eso hice. Una acuarela de Pikachu.
Con esto espero que no vuelva más. No eres tú Pikachu, soy yo. ?

¿Te ha gustado la ilustración? ¡Mira como me han creado en Youtube!